

Todos los países latinoamericanos, algunos más otros menos, permitieron el ingreso y tráfico de esclavos desde siempre, a nuestra Centroamérica, habrían venido con la expedición de Jorge de Alvarado en 1526, según se muestra en el Lienzo de Quauquechollan, africanos, esclavos, encabezaban la expedición a la porción salvadoreña de Centroamérica para que fueran los primeros mordidos por serpientes y culebras y advertir de su presencia.


Los dos fantasmas, se encontraron en la esquina del castillo abandonado, de repente y sin previo aviso, ambos estaban convencidos de que habitaban solos y eran los únicos fantasmas de ese castillo medieval en ruinas, por lo cual, cada uno asustó al otro…
Paraliza un país, se enojan a muerte vecinos y familiares, padres e hijos, se quitan el habla una semana antes y dependiendo del resultado vuelven a hablar unas semanas después …. un hecho sin precedentes.

Un día de estos, hace años ya, unos cuantos a decir verdad, estando con toda la familia en misa, esas misas para niños que ponen a los chiquitos adelante y el sacerdote que no se las quiere tirar de el “Steve Jobs de la teología” habla en lenguaje coloquial, Monseñor Delgado (que lo maneja muy bien) trataba de explicar a los niños las diferencias entre el cielo y el infierno, el bien y el mal, entre “arriba y abajo”, empezó a preguntar a los niños si preferían ir “arriba o abajo”.