
Augusto, a gusto en Agosto (que todavía no se llamaba como tal sino Sextil, y de eso se trata esa historia), se regodeaba en su reclinatorio en el Palacio Palatino, refrescándose sus imperiales gónadas con hojas de palma que batían esclavos y esclavas númidas (por las dudas, nunca se supo bien para que lado pateaba el tal Octavio Augusto).


No tanto como el apodo lo indica, la hija de Enrique VIII de Inglaterra, tuvo varios coqueteos y fue mujer de sábana inquieta, como su padre, pero hay cosas muy interesantes de esta Reina de Inglaterra, que son poco conocidas…
El Salvador, país nuestro querido, vive un tiempo de polarización que además de ser absurdo, carente de argumentos, simplista, berrinche de niños bochincheros … es insoportable.
Conozco por lo menos una quincena de razones para NO ser seguidor de Luis Ángel Firpo