
Augusto, a gusto en Agosto (que todavía no se llamaba como tal sino Sextil, y de eso se trata esa historia), se regodeaba en su reclinatorio en el Palacio Palatino, refrescándose sus imperiales gónadas con hojas de palma que batían esclavos y esclavas númidas (por las dudas, nunca se supo bien para que lado pateaba el tal Octavio Augusto).

“La lascivia no es amor, pero no hay amor sin lascivia.” (Mika Waltari).
“Cuando un hombre da una opinión sobre sexo, es un hombre, cuando una mujer da su opinión es una p..a” (Bette Davis).

Digamos, supongamos, imaginemos que un día de estos usted amaneció con la idea de desafiar un reto supremo: como por ejemplo, escalar el Everest (digo imaginemos porque para eso se necesita pisto y unas cuantas libras menos de panza ….).