Sintió una pulsación dentro de su cuerpo, algo que le presionaba el pecho, las arterias, el corazón. Se sentó en la cama y el dolor no se le quitaba, tomó un calmante para mitigar el dolor que sentía dentro de su cuerpo, el somnífero lo dejó postrado en la cama. Una persona con traje, corbata, sombrero de copa, pantalón ancho, todo de color negro se le acercó a la cara y le susurró:
Detengamos las rotativas! Paren las máquinas! Pónganle pausa al escrutinio del TSE que avanza más lento que pedo de tartamudo! Paren todo !! Porque tenemos un enchibole más grande que resolver!
- Escuchame!! – nos decía nuestra madre, enojada ante un florero roto – como que yo no fui, si no rompiste tu ese florero … quien lo rompió? Perico de los Palotes?
Los tontos enamorados… habrá algo en este mundo más patético? No habrá algún enamorado que escape a la atrofia de los sentidos que suele acompañar al simple hecho de estar enamorado?
El día 5 de noviembre de 1811, cuando José Matías Delgado, sonó las campanas de la Iglesia La Merced para dar el Primer grito de Independencia, probablemente no gritó nada, probablemente no estaba ahí sino en el Cabildo y la torre de La Merced ni siquiera tenía campana todavía, es más, puede ser que el mentado grito no se diera nunca.
Te ruego encarecidamente, no sabés de entrada el suplicio que significa en San Salvador, trasladarse ( ya no solo lunes, viernes y sábados al mediodía, sino todos los días al salir de trabajar ) de un lado a otro… hora y media para 15 cuadras más o menos !