Soy telenófobo (fobia a los teléfonos), los detesto, todos ellos, fijos, móviles, de cabina (que ya ni hay porque se los robaron) todos y cada uno de esos pedazos de fibra de vidrio que hoy pretenden ser más inteligentes que nosotros mismos, son objeto de mi oprobio.
Para latinoamericanos, nacidos hace ya unas buenas décadas, revolución local (las nuestras, las domésticas) y el encanto de la Revolución Cubana fueron siempre el Norte Cardinal de nuestra Rosa de los Vientos Idealistas.
Al fin tenemos una excusa distinta a “yo pasando iba y estos … a saber … la agarran con uno”, que decora los noticieros de nuestras radios y TV cada vez que atrapan a un ladrón, hoy la onda son los genes.
Mi plan de venganza del sobalevas, mal cuñado, que mi hermana Marianela metió a casa (ver post anterior) resultò tal como yo lo habìa planeado solo que exactamente al revés.
Al mes siguiente, Betty comenzó a soñar. Sus sueños, lo sabía, se referían a lo ocurrido en esas dos horas de desvanecimiento. Veía imágenes sueltas, algunas horrorosas.
De las cosas que hoy nos cuesta entender … jugó con las selecciones nacionales de Argentina, España e incluso Colombia …claro altri tempi, otros tiempos …diría mi abuelo.
Otros tiempos cuando la pelota no era sintética, sino que de cuero y gajos, y cabecearla, te dolía hasta el centroide de tu … masculinidad.
Esa es la época de Di Stéfano … la “Saeta Rubia”.