Había una vez un hombre que estaba en el campo, descansando debajo de una ceiba muy antigua, y de pronto se le apareció el Diablo.
La muerte es la mayor tragedia de la vida, pero de la que ninguno de nosotros puede escapar. De hecho, algunas personas a lo largo de la historia han muerto de maneras realmente extrañas, algunas de las cuales pueden etiquetarse como ridículas …
El profesor, veterano y retirado, con una pensión miserable, encuentra el regocijo entre tantas y tantas memorias de sus épocas de docencia.