Tal vez la mejor frase para definirlo, la encontré en un “Two and a half men” en boca del personaje de Charlie Sheen … “es como tirarse en paracaídas, no lo pensés, da un paso y saltá al vacío …claro siempre corrés el riesgo de reventarte contra el suelo ….”
Hay personajes, que trascienden la nacionalidad y se vuelven universales, Mafalda no es solamente argentina, Condorito no es solamente chileno, Pepito es tan español como propiedad de los iberoamericanos … Chespirito (el Shakespeare chiquito) trascendió fronteras mexicanas para ser universal.

Decía el gran escritor Oscar Wilde “Un buen amigo, es aquel que te clava la puñalada mirándote a los ojos”, George Orwell, solía apostrofar “Vivimos en el mundo de la mentira universal, por lo cual cualquiera que diga la verdad, se convierte de inmediato en un revolucionario”, para rematar el gran dramaturgo español Jardiel Poncela citaba “La objetividad, es el primer paso a la mala educación”.

Cuando un fulano no sabe cómo explicar que las cosas no salieron como debían salir o como él dijo que iban a suceder, suele justificarse con la deplorable frase “lo que pasa es que, en este tema, dos más dos no siempre es cuatro … puede ser cinco”. Una zafada clásica.
“Tal vez los seres humanos, somos las crías de cocodrilo que el Todopoderoso tiró por el inodoro” (Chuck Palahniuk).
El 8 de noviembre de 2017, el temerario Wu Yongning de 26 años, que tenía una gran cantidad de seguidores en las redes sociales por cometer acrobacias arriesgadas, intentó escalar por el costado de un edificio de 62 pisos como "el primer tejado de China" mientras filmaba en vivo. Lamentablemente, Wu no pudo volver a subir.