
De las cosas que hoy nos cuesta entender … jugó con las selecciones nacionales de Argentina, España e incluso Colombia …claro altri tempi, otros tiempos …diría mi abuelo.
Otros tiempos cuando la pelota no era sintética, sino que de cuero y gajos, y cabecearla, te dolía hasta el centroide de tu … masculinidad.
Esa es la época de Di Stéfano … la “Saeta Rubia”.

En medio del caos de la Guerra Fría y la irrupción de la minifalda, durante julio de 1966, se jugaba en Inglaterra la confusa, polémica y muy pero muy manoseada 8º edición de la Copa Mundial FIFA.

Absolutamente.
Tanto así que hasta nuestros políticos, habitualmente tan poco astutos, se dan cuenta de este fenómeno, y aprovechan el embeleso futbolero para:

Jugador que cuando se enoja cambia de color
Hulk (Brasil)
Jugador favorito de los políticos salvadoreños
Robben (ésta se la robé a Bruno Porzio)

Todas las palabras que nunca dijimos …
Todos los “te quiero” que no nos animamos a pronunciar …
Todos los grandes proyectos que nunca iniciamos

No llores Cristia .. no, no llores en la cancha que se te va a correr el rímel, hasta mis hijos con sus amigos reunidos viendo el partido se dieron cuenta que ibas a estallar en lágrimas … y salieron con el típico coro ….

Es en particular, grande la euforia que tenemos en nuestro país y aledaños, por el Mundial Brasil 2014, lo cual me alegra, porque siempre es mejor escribir de esta chimbomba divina, y su historia, que hablar de la falta de cerebro de nuestros diputados, empezando por su Presidente, que aparte de todo, nos regala a los padres este “Asueto Nacional”, pasemos al tema que envuelve ambas puntas de la fecha.
Hay figuras del espectáculo, en ciernes, que se recontra esfuerzan para que los reconozcan en las calles, y poder sacarse fotos, firmar autógrafos, media vez alcanzan el estrellato … si te he visto, no me acuerdo … se vuelven invisibles.
En una época como la Navidad, cuando se supone que tenemos que ser todos buenos y felices, vivir en armonía y hasta besarnos bajo el muérdago, comiencen a aflorar nuestros crueles, repugnantes y más bajos instintos: si … nos dedicamos a fantasear con la mujer del vecino y todo eso, pero es normal … no pasa de ahí: La maldad del Grinch está en la lotería.

Para hacer “esas cosas” (llamaremos así “esas cosas” a lo que comúnmente denominamos como …. eh …. “esas cosas”), los salvadoreños ocupamos una serie de locaciones físicas, estacionarias o ambulatorias.