Dejémonos de ondas, si vemos las cosas, tal cual son, y si analizamos aún más, la situación de nuestro país, este efímero paso entre nacimiento y muerte, al cual llamamos vida, no es más que un buen mascón de fútbol.

La clasificación sudamericana al Mundial de Alemania 1974, fue bastante compleja, complicada y llena de vericuetos políticos.

Augusto en Agosto (que todavía no se llamaba como tal sino Sextil, y de eso se trata esa historia), se regodeaba en su reclinatorio en el Palacio Palatino, refrescándose sus imperiales gónadas con hojas de palma que batían esclavos y esclavas númidas (por las dudas, nunca se supo bien para que lado pateaba el tal Octavio Augusto).