

Para Rocío (también pudo haber sido Brisa, pero Rocío está mejor):

Dejémonos de ondas, por mucho que uno crezca, “madure” y diga o pretenda que nuestras fechas de cumpleaños “ya a estas alturas nos resultan indiferentes”, siempre, desde la semana anterior, la noche antes, uno tiene las arañitas en la panza que avisan que el modo “expectativa” para la fecha está alerta.

No, no es que me haya equivocado de refrán, es simple, triste y contundente, en nuestro país el que a hierro mata… cuchillo de palo.