
Un agosto al azar de un 1951 cualquiera, llueve sobre Copenhague, es pasada medianoche y Lisaveta Stefanovich espera el relevo del ¨Komitern¨ que deberá trasladarle a una nueva misión, o tal vez al refugio seguro donde pasar la noche.

(Para nuestros “queridos y eficientes empleados de Gobierno”, ojo, no todos, pero “varios algunos”.)
- Escuchame!! – nos decía nuestra madre, enojada ante un florero roto – como que yo no fui, si no rompiste tu ese florero … quien lo rompió? Perico de los Palotes?