Y a decir verdad, es un caso de la vida real, del cual obviamente jamás voy a decir nombres, pero quiero narrar la historia, simplemente, para que sepamos, todos, sin distinción de género, que estas cosas… suceden.
Miles de salvadoreños, tratan día a día de imaginar el plan, pagar coyotes, formar caravanas, hipotecar la casita … para emigrar, decimos que para los USA, pero la verdad es que queremos vivir en alguna parte … que no sea nuestro propio país, los augurios eran malos y la realidad lo confirma.
El Chef Nobu Matsuhisa, es un genio en la elaboración de “sushi”, es la gran novedad gastronómica, donde él y su equipo son contratados para preparar el plato tan japonés que conocemos, los restaurantes rebalsan con reservaciones desde meses anteriores. Nobu Matsuhisa, aparte de preparar buen “sushi” … es millonario.
Las consecuencias fueron trágicas, tanto por las vidas perdidas (de 4000 a 6000), como por los compatriotas desalojados de Honduras …
Un día observando por la ventana notó varias estructuras de hierro en color rojo y blanco, parecieran árboles multiplicándose a corta distancia, es una invasión de estructuras de metal muy altas; le pareció extraño, ahora dichas estructuras se combinaban con el paisaje o mejor dicho pasaban a formar parte del paisaje pero de una manera rápida e impuesta, no se adaptaban a las normas de proyección de la ciudad, aparecían y crecían a diario, las estructuras se adaptaban con el cotidiano vivir de las personas.