Con un hola pudimos acercarnos,
con timidez honrosa nos dimos la mano
El origen más aceptado, se remonta al siglo pasado, resulta que allá por 1956, se publicó un libro infantil, llamado “Madeline and the Bad Hat”, escrito por Ludwig Bemelmans, la historia narra acerca de Madeline y un nuevo vecino, el embajador de España, que se muda a la par de su casa … con un hijo llamado Pepito.
Resulta que nosotros éramos una resma de volados semi cuasi seres primitivos, casi todos de una sola o muy pocas células. Algo realmente espantoso, feos y babosos … peor aun si vemos que varios de nuestros congéneres (especialmente en campaña 2019), no han evolucionado demasiado desde hace 14 000 millones de años.
Para hacer “esas cosas” (llamaremos así “esas cosas” a lo que comúnmente denominamos como …. eh …. “esas cosas”), los salvadoreños ocupamos una serie de locaciones físicas, estacionarias o ambulatorias.
Un día Jacob … se acuerdan de Jacob verdad? Aquel que allá por los albores del Génesis ( y no la banda de Peter Gabriel y Phil Collins) tenía doce hijos varones …
Quemaste con tu calor cada poro de mi piel,
en la que tatuaste con besos interminables
tu nombre en mis deseos...