Pagando libertad condicional encerrado en el gallinero de mi “dizque” abogado defensor, incapaz de hacer nada, me encuentro la pizpireta y muy inquisitiva Encarnación … capaz de hacer todo
Se acabó, no va más, ya no sos una niña aunque te empeñes en aparentarlo … sos una mujer, y más bien una mujer que en fachada externa … tiene un hálito de madurez.
Conversaban la niña y un señor muy anciano en un cuarto del hospital, ahí estaba postrado en una cama un hombre, tenía un tubo que salía de su boca éste le ayudaba a respirar, otros tubos de plástico salían de su brazo derecho el cual le inyectaba un suero intravenoso, un aparato registraba su ritmo cardiaco y otro aparato los demás signos vitales; la niña le dijo al anciano:
Por una vez dame de beber,
la última gota de vida y placer
antes de morir entra a mi piel.
No pretendo ser crítico cinematográfico, nada más alejado de eso, voy una o dos veces al cine al año, si la película me llama la atención, si no, eso de pasarme dos horas sentado viendo una enorme pantallota me suena a pérdida de tiempo …
Poco a poco, aunque no nos enteremos, los últimos vuelos espaciales que van quedando se parecen más al Arca de Noé que a una Estación Interespacial.