La señora levantó su vista sobre sus anteojos, dejó el bordado un segundo, miró a su hija … envuelta en llanto, y le dijo.

Tu piel y toda la belleza que encierra
duerme desnuda, esta noche
entre las sábanas de mi madriguera.

Nuestras divinas y archiqueridas madres amorosas siempre buscan que nosotros, sus hijos, en nuestra más tierna infancia y adolescencia, seamos buenos, obedientes y disciplinados y sobre todo nos protegen de toda situación para así evitar que no suframos … a veces se les pasa un “poquitititito la mano”

Las redes sociales han venido a acelerar, para bien o para mal, todas las noticias, verdaderas o falsas a las comunidades … dando tiempo para organizarse para diferentes causas. Usarlas bien es el problema, porque dependen de los más burros de todos los burros … depende de nosotros.
Ahí estamos políticamente los salvadoreños, a la derecha de la izquierda y a la izquierda del centro, o sea en ninguna parte.

(Ante el éxodo masivo de Salvadoreños, rumbo al sueño americano)