Desde un inicio, las tarjetas de crédito ..(si !! ese instrumento de tortura), no se fabricaban en plástico … podían ser tokens, monedas de metal con sellos de quien expedía la tarjeta, fibra, papel, hasta que aparecieron las primeras “tarjetas de crédito de plástico” que damos por entendido, es el verdadero nacimiento de este elemento de destrucción de la economía doméstica salvadoreña.
Tal vez la mejor frase para definirlo, la encontré en un “Two and a half men” en boca del personaje de Charlie Sheen … “es como tirarse en paracaídas, no lo pensés, da un paso y saltá al vacío …claro siempre corrés el riesgo de reventarte contra el suelo ….”
Hay personajes, que trascienden la nacionalidad y se vuelven universales, Mafalda no es solamente argentina, Condorito no es solamente chileno, Pepito es tan español como propiedad de los iberoamericanos … Chespirito (el Shakespeare chiquito) trascendió fronteras mexicanas para ser universal.
No podíamos dejar pasar la ocasión que nos brindaba tan elevado e inusual festejo de los 100 años del debut de Tarzán en el cine, para acercarnos a 'Tarzan of the Apes' (1918), filme dirigido por Scott Sidney. Su protagonista fue Elmo Lincoln, en la piel del hombre criado entre monos en el corazón de la selva africana …
El “mall” hoy, viene siendo la playa de los 70s y 80s de los capitalinos y los no tan capitalinos … es fácil, en aquellas décadas, existían básicamente dos estratos sociales bien fundamentados en el país.
Que queeeee? Que quien dijo esa burrada? Que quieren decir cuando dicen lo que dicen? Todo en este post, entienda las tonterías que balbucean nuestros políticos.
Bien lo decía aquella canción de Johnny Ventura, cuando contaba que una pareja, para comunicarse si tenían o no “ganitas de aquello” pitaban … hasta que se ponían de acuerdo si si o si no … “Pitaste?”.
Por obra, gracia y dedos cuicos de algún operador del FedEx Field en Washington, Zas ! nos cambiaron la nacionalidad !
Absolutamente.
Tanto así que hasta nuestros políticos, habitualmente tan poco astutos, se dan cuenta de este fenómeno, y aprovechan el embeleso futbolero para:
Éramos independientes, libres, tan libres que ni vestirnos necesitábamos, porque nadie había venido a decirnos que nuestras partes pudendas, eran nuestras vergüenzas ….