Y llegó el día de los días, sí señor, creíamos que no iba a pasar nunca, pero llegamos al fin del mundo y el juicio final tiene lugar en nuestro país..
Hoy si muchachos, es todo o nada, es ganar o ganar, es vivir o darnos por muertos.
Pensamos siempre que las más absurdas creencias las tienen los norteamericanos, les damos el mote de ser “más incrédulos”, entre ellas que los platillos voladores existen y que hay marcianos infiltrados en la Tierra, que Irak si preparaba armas nucleares, en Santa Claus, Ronald Mac Donald y Hilary Clinton.
A esta altura de la vida, uno se cansa de seguir escuchando frases tales como “estas cosas en los países serios no pasan” o “acá en El Salvador, todo se hace a lo que salga” o “viven cambiando las reglas de juego” etc., etc ...
Que el Ministerio de Turismo, con sus Pueblos Vivos y similares es el único que medio trabaja del actual Gobierno (que todavía hay que soplarse medio año del mismo …ufff!) es una realidad.
Y si el Papa (salva y santa sea su persona) un día se emborrachara antes de celebrar misa en plena Plaza San Pedro ? Si el que aprieta el botón de los misiles o el responsable de la palanca de una central eléctrica, el que controla una planta nuclear, el que autoriza a aterrizar a los aviones … se pusieran bien tronados un día en sus labores?