Me miró con esos típicos ojos acuosos, rellenos de tiempo, anécdotas y sabiduría, interrumpió el relato, y me preguntó …
- Que parte de lo que te estoy explicando no has entendido?
Ahí estamos políticamente los salvadoreños, a la derecha de la izquierda y a la izquierda del centro, o sea en ninguna parte.
Claro, los puntos de vista son diferentes, algunos se regocijan viendo por centésimo cuarta vez la tal película del desdichado barco, para cerciorarse de que Leonardo Di Caprio, en efecto muera en las gélidas aguas del Atlántico Norte …
Como todo el mundo sabe, la inflación, las tasas de homicidio o desempleo real son datos que en El Salvador hace años se desconocen por completo. Probablemente porque los manejan los mimos bestias que escriben “botan” cuando hablan de “votar”, a la usanza del muy viral tweet del Diputado Grande.
Debajo del zapato viejo con tres días de uso, los calcetines sucios y tu mirada enfocada hacia ninguna parte, un pedazo de periódico de ayer, reza la noticia ... y habla de ti ...“Mala madre” ... dice.
En el puesto de la policía, donde cumples tus setenta y dos horas en una banca vieja de madera, la gente pasa, va y sale, apurada haciendo nada, encargada de todo, conversadores de cafetería, pero les queda chance para señalarte ... “Mala madre” ... dicen.