Usted es tan linda que me lastima
o sea, tu intromisión en mi espectro visual, me produce una cierta …como se dice ?
Tantas tonterías que se dicen en los sepelios, que la única posibilidad de asistir a un entierro sin indignarse ni aburrirse … es como protagonista.
Estos son los momentos en que los salvadoreños deberíamos serenarnos, apelar al sentido del humor y tomarnos la situación del país más relajados, sin desesperación, sin Los Chorros desesperantes, ni los tres carriles que nadie entiende, mientras los policías de tránsito y gestores se afanan dándole duro a los pulgares mientras WhatsAppean y se aplican un sonoro soplido de viento en los Del Granjero, mientras el tráfico está dado vueltas, puesto al revés.
Ustedes probablemente no imaginan, como tampoco imaginaba yo, antes de investigar este tema, la cantidad de artistas, músicos, escritores, poetas, que han dedicado trabajos (asolapada o abiertamente) a la muerte de su perro.
—Señorita —le dijo Virginio al ver que desenfundaba la hipodérmica—: perdóneme,
pero si es con aguja, no quiero hacerme el examen.
Cuando moría el siglo pasado, exactamente en 1997, tuve conciencia de que los computadores habían llegado para quedarse. Supe también que la nueva tecnología me costaba un mundo (por no decir otra palabra), pero era mi trabajo, así que contraté un informático para que me guiara.