Resulta que hoy todos somos catalanes, a excepción de aquellos que le van al Real Madrid, el culto a Messi y compañía nos ha llevado a un “barcelonismo desmedido” que se sobrepone a nuestras propias usanzas nacionales.
Doctor, Doctor… necesito su ayuda, necesito que haga algo por mí…
No es ningún pleonasmo, ni asunto de sarcasmo, los dos la vimos de lejos, a ambos nos gustó; no somos degenerados, no somos escandinavos, a todos les gusta el pescado, pero a pocos el atún …
Nos causa una agradable sorpresa, que el Dr. Epanimondas Tétrico, profesor de lenguas muertas, doctorado en Esperanto, enviara una vez más, cuando creíamos que el año languidecía sin su aporte, su propuesta de villancicos para estas fiestas.
Es complicado, y más se complica cuando personeros del Gobierno tratan de explicar cómo se aplica la “contribución especial”. Viniendo de personas que son incapaces de mear contra el muro sin mojarse los zapatos, nos proponemos ayudar con estas fórmulas:
Por motivos de mi conocida arrogancia, prepotencia, alta estima de mí mismo y presto a acercarme a los cincuenta años, poseedor de todo el dinero y los recursos que se necesitaban, decidí perpetuarme, darme continuidad inmortal y crear (o sea no crearlo yo, sino que darle a un grupo tecnológico importante y avanzado) la tarea de crear otro yo.
Fue esa época cuando la Sociedad Mundial de las Naciones ya no nos aguantó más, ya nos habían advertido una vez … “si siguen con esas chanchadas, corrupción generalizada, a la papa la papa …, megáfonos, inseguridad, escándalos y cortinas de humo se me van mucho … fuera del planeta”.
Paso a detallar a continuación, el sucinto informe de mi situación, estoy aquí… encerrado entre estas paredes y oprimido por el cielo falso, pensando en tí… como si aún me amaras.
Llegamos, llegué, llegaste tarde a una vida que era única y exclusivamente nuestra ...
Porque fuimos creados, creado, creada para pertenecernos y nunca para ignorarnos que es una manera muy dolorosa de pertenecerse.
Vamos a escribir hoy sobre los servicios sanitarios … que tontería me va a decir usted, pero ojo, teniendo en cuenta que pasamos en el susodicho recinto más tiempo de nuestra vida que comiendo o trabajando (si no me lo creen pregúntenle a un diputado, pregunten… ya van a ver) … no necesariamente porque excreten mucho sino porque trabajan poco.