Han vuelto a bocas de todos, bocas de inodoro y bocas de pétalo, las malas palabras … las palabras soeces de siempre, se pueden oír en labios de un funcionario, un locutor radial, un adinerado cuando a través de su banco se quiere quedar con tu dinero y el ratero cuando a través de una amenaza se quiere quedar con tu celular …
El refrán popular, denomina a aquellas fiestas, donde los invitados arrasaron con todo, la comida, la bebida, los manteles, los centros de mesa, los delantales de los cocineros y de paso le tocaron las nalgas a un par de meseras …
Don Juan Tenorio y el Rey Lapatemaka II
Dos investigadores latinoamericanos, Castillo Gómez y Drezner, se dedicaron un año de poco acontecimiento político en su Colombia natal, a tratar de determinar cuántas mujeres había tenido don Juan Tenorio en su vida.
(Reflexiones para tomar muy poco a pecho)
Básicamente, necesito que me expliquen, porque el cine y la T.V. me dieron a entender a lo largo del tiempo que los buenos eran los muchachitos y los vaqueros y los agentes secretos norteamericanos y los malos eran los indios y los rusos.
-Yo propongo, en nombre de todos los hombres del mundo, a los cuales no represento pero me arrogo el derecho de hablar por los que callan … que nos sea permitida, sin el acoso ni la inquisición punitiva de nuestras novias y esposas, el derecho de mirar…
Estaba totalmente deprimido por los últimos acontecimientos que la pasaron: una relación amorosa fallida, económicamente estaba muy mal porque fue despedido del trabajo el cual sucumbió a la depresión económica que llego al país,
Era un El Salvador, provincial, rústico, tan solo emergiendo de la barbarie a la civilización, bajo la tutela de la Corona Española, parte de una Capitanía General de Guatemala, chapines que nos llevaban un “hambre terrible” y estaban convencidos de que todos los territorios de la Capitanía les correspondían. Falso.
Conversaban la niña y un señor muy anciano en un cuarto del hospital, ahí estaba postrado en una cama un hombre, tenía un tubo que salía de su boca éste le ayudaba a respirar, otros tubos de plástico salían de su brazo derecho el cual le inyectaba un suero intravenoso, un aparato registraba su ritmo cardiaco y otro aparato los demás signos vitales; la niña le dijo al anciano:
Detengamos las rotativas! Paren las máquinas! Pónganle pausa al escrutinio del TSE que avanza más lento que pedo de tartamudo! Paren todo !! Porque tenemos un enchibole más grande que resolver!
Madrugué el sábado, era un día extraordinario, así que nonagenario y todo, en pleno 2053, me levanté con ánimo y energías para llevar a mis nietas al plan más trascendental al que podían asistir en su breve vida de niñas capitalinas, con mis noventa y tantos años a cuestas, me acerqué a su recámara y les di el grito de batalla.