A usted probablemente, a diferencia del resto de la humanidad, le importan un rábano los Juegos Olímpicos de Río, el pebetero de espejos y quien chingxxxx es Vanderlei de Lima.
Pocas historias olímpicas, me han seguido repercutiendo tanto, a lo largo de los años, a nivel personal, como la maratón que ganó, en Londres 1908, pero no resultó ganador, Dorando Pietri.
Usted se ha puesto a pensar qué pasaría si fuéramos los hombres los que nos quedáramos embarazados?
El origen más aceptado, se remonta al siglo pasado, resulta que allá por 1956, se publicó un libro infantil, llamado “Madeline and the Bad Hat”, escrito por Ludwig Bemelmans, la historia narra acerca de Madeline y un nuevo vecino, el embajador de España, que se muda a la par de su casa … con un hijo llamado Pepito.
Todavía los países del Sur de América convulsionaban, era la época del caudillismo, la pasión desplegada en los campos de batalla se trasladó a los campos de fútbol, con métodos por lo general menos violentos.
Pensamos siempre que las más absurdas creencias las tienen los norteamericanos, les damos el mote de ser “más incrédulos”, entre ellas que los platillos voladores existen y que hay marcianos infiltrados en la Tierra, que Irak si preparaba armas nucleares, en Santa Claus, Ronald Mac Donald y Hilary Clinton.