No se trata de ponernos a llorar, se trata de arremangarnos y seguir tocando, vos, el violín, vos el contrabajo, vos el clarinete a mi toca el oboe … que nos hundimos, nos hundimos, pero hagámoslo peleando, luchando, con dignidad …
Esta pandemia se pelea desde diferentes ángulos, cada cual ve y vela por sus intereses, pero ojo … el daño que las medidas que la pandemia acarrean a nuestro país (a diferencia de otros países que la han manejado con más inteligencia y menos hígado), son letales, rescatar la Patria de estos daños, empieza después de la cuarentena.
Hoy, fecha que colgamos este post en el blog, pero hace dos siglos, 8 de abril, se encontró semienterrada, en dos pedazos, en 1820 por un campesino llamado Yórgos Kendrotás, la Venus de Milo. Cerca de la estatua se encontró un fragmento de un antebrazo y la mano con una manzana y estos restos son considerados parte de sus brazos.
“Todos metemos la pata, es automático, abrimos la boca y metemos la pata, claro en la medida que hablemos menos, meteremos menos la pata … pero como le pedimos a un presidente que hable menos ?” (Filósofo usuluteco anónimo).
Recordaremos, queridos coleguitas, el año 2016, como el año que pasó arrasando con las figuras de fama mundial mayores de 45 …. La muerte pasó el azadón sobre Bowie, Cohen, Johan Cruyff, Prince, nuestra Isis Gallardo (quien no tenía 45 ni por cerca), Prince, George Michael, Princesa Leia entre otros y quien sabe … todavía quedan tres días más …
Lluvia tropical maldita y bendita, según la época y la óptica, palabras esdrújulas con poco en común.
A saber, si llueve lindo y parejo, sin exageraciones, los campos son una fiesta y un espantapájaros para la sequía nuestra de cada día. Si llueve poco y sin ganas es una maldición para la siembra y para el termostato, porque el vapor de agua que se condensa después, vuelve la ciudad irrespirable.