Carlos y Cristal, ambos totales novatos en la materia, novios desde casi niños, llegaron al motel media hora antes de lo que ambos habían planeado.
Horacio era mi némesis. Sólo él podía despertar mi odio más visceral, mis impulsos más violentos, mis pensamientos más asesinos. Cuando lo veía mi cuerpo se preparaba para un combate de vida o muerte: mi pulso cardíaco se aceleraba, mi sangre fluía hacia los músculos más grandes para luchar o huir y mis células comenzaban a consumir energía de reserva.
Mi nombre es Horacio, Ingeniero químico, tengo 43 años, y soy un absoluto tacaño …además de fanáticamente soltero. No sé si lo uno lleva a lo otro, o lo otro nos lleva a lo uno ….

Al cambiar la página
la escena se desvanece
se pierde
se disuelve...
Al respecto del inicio de este mes de febrero, mes del amor y la amistad, blablablá y todos sus objetivos comerciales, hace mucho, mucho tiempo, yo tenía una novia buena y hermosa.
Cuando Magdalena tenía 14 años pensaba que el mundo no era injusto. Que íba a vivir hasta viejita y que lo peor que le podía pasar era que su mamá (mujer de carácter férreo) no la dejase ir a alguna fiesta con el “noviecito rubio de ojos azules y con dinero” que algún día habría de aparecer.

Usted disculpe si no me sumo a su algarabía, ingesta de comida en toneladas métricas, chupi y chupi y similares, la "cumbianchada" y los parientes pasados de guaro … en el establo donde nació el verdadero Protagonista de esta fiesta, no había ni alcohol, ni comida y mucho menos … (Gracias a Dios) cumbias …

“Algo huele a podrido en Dinamarca …(lo cambiamos a Barcelona?)” , la famosa frase Shakesperiana en “Hamlet”, que contrariamente a lo que se piensa, no pronuncia Hamlet sino Marcelo, un personaje secundario … se adapta bastante a este “conflicto” Barcelona – Messi – Laporta – Liga – derechos de TV – Fair Play, nos despabila de estas vacaciones de agosto.

“No me miren de frente sino tangencialmente, soy un diputado, un quirite al decir del Antiguo Senado Romano, ocupo una curul tal como en épocas del gran Cicerón cuyo ejemplo me motiva …
aunque su austeridad, ejem, no la imito.

“Dios mío, si con el beber te ofendo, con la goma te lo pago y hasta me quedás debiendo …” (Adagio popular muy repetido por bebedores).