Los aplausos sirven, por lo general, para destacar o festejar alguna destreza, éxito, chiste, cumpleaños o cualquier tonterìa que alegre a la gente. A veces también se aplaude por mero protocolo, sin mucho componente emocional.
“Te paras al borde del abismo y ves al pueblo vecino, enfrente, en el cerro que se empina entre tus ojos, subiendo entre nubes bajas y neblinas altas: adivinas los ires y venires de su gente, sus oficios, sus destinos. Sabes que en la línea recta está muy cerca. “ - le dijo Don Almàcigo.
No suelo escribir nada acerca de mí, ni en este blog, ni en mis canciones, ni en cualquier columna, portal, periódico o libro que se honre en publicarme …. No lo hago, tiendo a ser sumamente aburrido y mi mejor arma es la imaginación y creatividad ….
Escribir, por ejemplo, que mi cuerpo arde en el recuerdo de tu boca descubriendo rincones oscuros de mi piel. Excitarme con el susurro tórrido de tu voz a mi oído. Sentir el espasmo con el choque de tu pelvis desnuda en los poros húmedos de mi piel.
Empecé a trabajar antes de cumplir 18, por cuello y por necesidad, quería seguir la Universidad y el dinero no alcanzaba en casa para mi futuro, el que me trazaba, como Biólogo Marino (“Biólogo marino? – me decía mi papá – de que vas a trabajar? Limpiando peceras?”).
Sonia siempre llevaba en su carro a sus tres amigas, compañeras del equipo de Volleyball y las dejaba a cada una en su casa. Esto ocurría desde hacía dos años. Una rutina perfecta que les servía a las cuatro para conversar un rato más después del entrenamiento.
Existe un lugar donde existo
morada donde no moro
habitación que no habito
donde no soy
donde no vivo
lugar en el que
a fuerza de convocar la corriente
de la memoria
naufrago en el río del olvido.
Diputados, juristas, psicofármaco, analistas
Caudillos, rebaño, corderos, sindicatos
Ministros, siniestros, buseros, onanistas
llenan la pantalla de la tele y entrevistas