El refrán popular, denomina a aquellas fiestas, donde los invitados arrasaron con todo, la comida, la bebida, los manteles, los centros de mesa, los delantales de los cocineros y de paso le tocaron las nalgas a un par de meseras …
Porque somos, hemos sido y seguiremos siendo malinchistas desde el momento que Cristóbal Colón hincó rodilla en tierra americana y empezó a cambiar oro por espejitos, hasta el día de hoy que quienes nos cambian oro por plástico, son las grandes transnacionales financieras mundiales, todas con sus filiales en El Salvador, a menos cabo de los dos últimos bancos (aun salvadoreños) que respiran en medio de esa vorágine.
Don Juan Tenorio y el Rey Lapatemaka II
Dos investigadores latinoamericanos, Castillo Gómez y Drezner, se dedicaron un año de poco acontecimiento político en su Colombia natal, a tratar de determinar cuántas mujeres había tenido don Juan Tenorio en su vida.
Resulta que ha salido un estudio de una Universidad “x” (no aclaran la fuente) realizado por un creador de software, llamado Virgil Griffith, que dice que aquellos jóvenes fanáticos del reggaetón, tienen un cociente (coeficiente, cuando lo dejamos de usar?) intelectual menor …
Uno de los empleados del taller, Bermúdez, pidió para irse dos horas antes. Eran las tres y todavía le faltaban por cambiar cuatro bujías.
Algo así … “Ella Empezó a desnudarse lentamente. Vuelto de espaldas, yo alcanzaba a ver tan sólo su oscuro reflejo en la ventana. Pero escuchaba como una música suave el murmullo que hacían, al liberar su cuerpo, sus prendas de polihexametileno adipamídico”.