Hace unos días tuve la desgraciada experiencia de poder sufrir el desprecio que sufren las personas que no andan una corbata o un reloj de marca, esto sin mencionar si tu auto no es del año 2000 para acá.
Aporto el título de este post en defensa de la democracia ante la amenaza de quienes quieren cuidarla. Lo digo en serio. Y además agrego que ya mismo hay que salir a socorrer de su cautiverio a gran parte de los legisladores sometidos a una parálisis y huevonería cerebral que cada día les carcome el ya escaso soporte de dignidad que les queda.
“Que lo que conseguimos juntos no nos falte, pero por Dios ..consigamos todo lo que nos hace falta !
El 24 de abril de 1854, el alto y rubio emperador de Austria, Francisco José, de 23 años, se casó con Elisabeth Wittelsbach, su prima de dieciséis años, sorprendentemente hermosa, conocida por sus amigos y en la historia como Sisi. No era ella la destinada a ser la última Emperatriz de Austria, despojos de lo que fuera el Gran Sacro Imperio Romano Germánico.
Así es y no se asuste, existen Lucifer, Satanás, Luzbel, El Malo, El Cachudo, Belial, Samael,, «antigua serpiente», «gran dragón», «Jaldabaoth», «el dios negro», «el dios de este siglo» y «el padre de la mentira» … en sus formas bíblicas y populares.
La diferencia es muy sencilla de distinguir, los borrachos de popularidad, necesitan tener su legión de aplaudidores, así como lo velorios antiguos tenían sus plañideras, o sea aquellas señoras a las que pagaban, simplemente por llorar, aun sin conocer al difunto … es igual