Es exactamente lo que un hombre como yo
no necesita
la negación de mis afirmaciones
el “nunca jamás” de las condiciones
de mi madre:
Augusto en Agosto (que todavía no se llamaba como tal sino Sextil, y de eso se trata esa historia), se regodeaba en su reclinatorio en el Palacio Palatino, refrescándose sus imperiales gónadas con hojas de palma que batían esclavos y esclavas númidas (por las dudas, nunca se supo bien para que lado pateaba el tal Octavio Augusto).
Con el pasar de los años nos vamos dando cuenta de la inminente verdad, sobre como nacimos originales y moriremos siendo copias, lo digo porque recuerdo que hace algunos años acompañé a mi padre a nuestro coloso (Estadio Cuscatlán).
Para mi gusto musical, una de las mejores composiciones de la era moderna, en contenido musical, pero encierra, líricamente una de las historias más retorcidas, extraídas de la vida real. (Ojo, la vida de su compositor Bob Geldof, también tomaría caminos torcidos a lo largo del tiempo).
Nunca fue un buen tipo el tal Caracalla, embustero, falso, bueno .. tan falso que ni siquiera se llamaba así ...
Mi nombre es Horacio, naaaa …la verdad es que no es Horacio, podría ser Ovidio, Heliogábalo, Marsupial en Celo, digamos Hipólito, lo que ustedes quieran …escribo de incógnito …