“Nunca discutas con un idiota, la gente a tu alrededor puede no notar la diferencia” (Emmanuel Kant).

Creo que todo empieza con la celebración de nuestro último aniversario, estábamos en un restaurante y de pronto, de la nada, vi una reacción rara en tu cara, una mirada que no me pertenecía. Ingenuo como suelo ser, seguí la línea de tus ojos y justo entraba un fulano al lugar, quien no sé quién es … ni conozco … pregunto inocentemente …

No pretendo ser crítico cinematográfico, nada más alejado de eso, voy una o dos veces al cine al año, si la película me llama la atención, si no, eso de pasarme dos horas sentado viendo una enorme pantallota me suena a pérdida de tiempo …
… estaríamos muchísimo más jodidos de lo que de hecho ya estamos, con estas campañas políticas de “pego y devuelvo” pero carente de propuestas, de “sos igual que Funes” y “devuelvan lo robado” pero nadie devuelve nada … y aunque lo hicieran, sería solo para que se lo robaran otra vez …

Desde antes de que ella se fuera, Gastón ya sabia que iba a extrañarla pero no se imaginaba como ni cuanto…

Que estamos todos locos, es un hecho, que siempre ha habido locos lindos, locos peligrosos y locos en riesgo de entrar a la normalidad…. también.