
Augusto en Agosto (que todavía no se llamaba como tal sino Sextil, y de eso se trata esa historia), se regodeaba en su reclinatorio en el Palacio Palatino, refrescándose sus imperiales gónadas con hojas de palma que batían esclavos y esclavas númidas (por las dudas, nunca se supo bien para que lado pateaba el tal Octavio Augusto).

Con el pasar de los años nos vamos dando cuenta de la inminente verdad, sobre como nacimos originales y moriremos siendo copias, lo digo porque recuerdo que hace algunos años acompañé a mi padre a nuestro coloso (Estadio Cuscatlán).

Ya lo habíamos expuesto antes en este blog, es lamentable, el Reino de Valetodo, este país que amamos, donde cada quien hace lo que le da la gana y nadie hace o dice nada, cambia de Rey pero la Corte siguen siendo los maleantes de siempre.

Como dice el refrán popular, “el que paga el mariachi, elige la canción”, ahora en este caso del “retorno” de Firpo a primera cabe más preguntar … “cuantas canciones tiene derecho a elegir el que paga el mariachi ?”


Antes, antes que existiese en su esplendor la Liga Española de Futbol, antes que el Atlético de Madrid se llamase Atlético de Madrid, y fuera Atlético de Aviación, antes que el Real fuera Real Madrid y Madrid solo era un equipo opaco a la sombra de Aviación y Bilbao ...