En aquellos dorados sesentas, cuando la TV todavía era un elemento selectivo, lejos del alcance de nuestros confines proletarios, barrios obreros de mucha gente y pocas esperanzas, donde los sueños siempre quedaban postergados para fin de mes y de ahí para nunca ...
-De postre tenemos sorbete, pastel de queso, tres leches y tutti frutti - le dice a uno el mesero, pida uno postre o no, en un restaurante.
Todas las palabras que nunca dijimos …
Todos los “te quiero” que no nos animamos a pronunciar …
Todos los grandes proyectos que nunca iniciamos
Ella no era ni fea ni linda, sino más bien todo lo contrario …
De todos los héroes de mi infancia, nunca fui muy adepto a Supermanes ni Batmans ni Capitanes América, aunque mi incipiente pubertad me hacía un poco “fan” de la Mujer Maravilla, por razones hormonales obvias, mi “héroe” particular era mi tío Heráclito.
Estaba en el entierro de una persona, al parecer había fallecido de causas naturales, el cuerpo estaba tendido sobre el ataúd de madera color negro, lo habían vestido con un traje