A Facundo Cabral, genio de la palabra si alguna vez los hubo, le preguntaron alguna vez, a que le tenía miedo …

Por razones no antojadizas, plomizas, se particulariza, necesito nodriza, no se moderniza, se obstaculiza, paraliza, polariza, dogmatiza, desvaloriza, mimetiza, cualquier movimiento que tienda a la acción …
Tenía que portarme muy muy bien, buscando un regalo para mi esposa, ya que se acercaba su cumpleaños …

Que sensación más insoportablemente desesperante, porque pasa, sucede, es un hecho, usted va manejando o en un carro de pasajero en las interminables trabazones de San Salvador y zas!!
Leticio vivía desde hacía diez años con su esposa, a la que amaba con la misma intensidad que el primer día, o quizás todavía más, y con su suegra … a la que aborrecía también con la misma intensidad con la que la había venido aborreciendo todos esos años, o incluso más.

“Nadie sabe lo que sufrimos los que nos vamos al espacio, hay mucho ruido y cohetes, pero mientras nuestros cuerpos se elevan a oh! Tan crispadas elevaciones, quedan en Tierra nuestros corazones” … así comienza a borronear previo a su vuelo a Ganímedes nuestro astronauta Apolo Apulo ….

De pronto como padres, o hermanos – hermanas mayores, etc. empezamos a acompañar a nuestros hijos, sobrinos, hermanos menores al cine, a ver las tales películas de super héroes …

Inicios del “football” salvadoreño
El balón de futbol, de gajos y de cuero duro, vejiga de vaca o cerdo, a nuestro país, llegó al igual que al resto de Latinoamérica …rodando por las vías del ferrocarril.
Como siempre he sostenido, en este asunto del sexo, más que la pureza, lo que importa es la higiene

Yo persisto, insisto, desvisto … luego existo; pero existo, no desisto, sigo mi rosa de los vientos, con intentos de nunca desviarme del lado iluminado de mis tiempos …