“El asesino sabe más de amor que el poeta”. (Joaquín Sabina).
En el frigorífico donde se congelan
los amores que fueron y dejan de ser
Ernesto la vio de lejos, tomando un café, sola … Ernesto tenía algo de tiempo, y la actitud de ella, sola en el Coffee Cup, denotaba una de dos: o esperaba a alguien, o no esperaba a nadie y ese nadie podía ser él.
Yo estudiaba arte dramático en Nueva York, y la verdad ... me moría de hambre.
A inicio de los setentas, yo era pianista de un bar, donde Rita era mesera.
Si el que nace para pito, nunca llega a trompeta y no pasa del corredor, el que nace para maceta
Ven , en la noche más negra acompañada con el peor de los silencios
a invadir en medio de mi tristeza , con tu magia de hombre,
'No, no sé ... yo creo que no, fue afuera, sí afuera ... no, lógicamente no terminé dentro tuyo, o ... al menos no me acuerdo, pero .. bue ! Me acordaría, estas cosas no pasan así nomás ...
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Sabés por qué ? – lo encaró Amalia – sabés porque no vamos a hacer el amor ? Porque no me ayudaste a lavar los platos … y me lo prometiste.
Lunes, primer día de la semana me levantó y por la ventana del cuarto del baño que da al patio, hay un árbol de almendro, un sonido me llamo la atención, pero es el viento que sopla contra él y este emite un sonido muy peculiar, también es el hábitat de varios pájaros que se posan en éste para dar sus cantos, ese día en particular un pájaro muy pequeño aspiraba con su larga lengua el néctar de unas flores que estaban en sus ramas, su aleteo eran tan intenso y rápido que los movimientos no se podían observar, fue tan espectacular que me dejó sorprendido, baje al comedor y le dije a mi esposa: