
Pues, pudo más el deseo de … que la continencia a ...

Yo era un perrito de color negro con parches blancos en todo mi cuerpo, fui secuestrado o quitado por unos niños de una camada de 6 perritos que habíamos nacido en plena calle. Me acobijaron en una casa donde era la atención de los niños y los padres, recuerdo que fue una discusión cuando quisieron ponerme un nombre, salieron a relucir nombres de emperadores romanos, reyes, artistas, políticos, al final me pusieron un nombre desconocido y creo que hasta inventado, desde entonces soy conocido como “Blandin”, todos me llamaban por ese nombre: “Blandin”.

- - No puedo prometer serte fiel toda la vida – dijo Margarita, mirando la cara de David, con quien se casaría al día siguiente por lo civil y dos días después por la Iglesia.
- - Que … me ..?. - David no pudo responder nada.
- - Que no puedo prometerte serte fiel David …

Moriré de un cáncer terminal
un día lunes por la mañana
tal vez en el asalto a una sucursal
por una bala equivocada

Creo que las noches frías traen consigo caricias de melancolía, que el masoquismo es una prueba de amor sincero, que no hay propuestas decentes en una mirada indecorosa, que el olvido es una excusa que no existe. Creo en el dialecto de las miradas, en los poetas sin musas, en los “para siempre” aunque siempre terminen. Creo que las manos tienen su lenguaje en las caricias, que la luz roja del semáforo está diseñada exclusivamente para besar a la persona que amamos, que no hay abrazo de despedida que no se lleven un poquito de uno.

Los tontos enamorados… habrá algo en este mundo más patético? No habrá algún enamorado que escape a la atrofia de los sentidos que suele acompañar al simple hecho de estar enamorado?
Es exactamente lo que un hombre como yo
no necesita
la negación de mis afirmaciones
el “nunca jamás” de las condiciones
de mi madre:

No estaban muy seguras a quien debían dirigirse, si a Casa Presidencial, Asamblea, sede de partidos políticos, así que reunidas en Comisión Directiva, decidieron marchar a todas las locaciones al mismo tiempo.
Por qué amamos y nos apasionamos tanto por el fútbol si nos hace sufrir de esta manera tan porcina? Que extraño influjo masoquista nos produce este vivir con el culo a dos manos, 90 minutos, una o dos veces por semana?
Muchos marxistas, si lo hubieran conocido, o al menos leído, alguna vez, mientras repiten panfletos de memoria, alguna obra de Marx (muchos en nuestro país se declaran marxistas sin haber leído “El Capital” ni "El Manifiesto ..." en su vida) jamás se hubieran declarado marxistas.