(Ojo ..a diferencia de muchos otros, todo es verídico en este post).
Tenía yo 12 o 13 años, recién llegado a la hermana República de Honduras, colegio nuevo, compañeros nuevos, pollo comprado total y para sacarme del estupor un profesor pasando lista:
- Adolf Hitler Rosales !
- Presente, profe …
el: te querés casar conmigo??
ella: si!!
Nunca fui yo
o demasiado yo
siempre fui otros
Llegamos, llegué, llegaste tarde a una vida que era única y exclusivamente nuestra ...
Porque fuimos creados, creado, creada para pertenecernos y nunca para ignorarnos que es una manera muy dolorosa de pertenecerse.
Tengo miedo de los monstruos
los que habitan mi cabeza
se trasladan a la tuya …
Yo debía tener, a lo sumo diez años, pequeño inquisidor, curioso investigador de cualquier cosa que surgiera, en aquellos veranos eternos, cuando todos los primos, en vacaciones escolares, éramos mandados al campo para “endurecer nuestro carácter”.
En aquellos dorados sesentas, cuando la TV todavía era un elemento selectivo, lejos del alcance de nuestros confines proletarios, barrios obreros de mucha gente y pocas esperanzas, donde los sueños siempre quedaban postergados para fin de mes y de ahí para nunca ...
Pues el mundo va cambiando, esto es utópico, es un suponer, nada más … pero, y si los embarazados, con toda esta cuestión de la equidad de género termináramos siendo los hombres?
Hay alguien en este país, en este dizque agujero de … (según Trump, claro está) qué no sea haragán, perezoso, holgazán?
No sé si es pila mía, o si le pasa a algunos más, pero el entusiasmo del viaje, de salir de la Patria, de ir a conocer el mundo, me alegra un rato … y después me llega el bajón …