
Has quedado en el silencio de mi piel
En la mirada perdida, donde se fue tu rostro;

No importa mujer, que el vendaval del mundo te distraiga de tus sentimientos y aparezca un momento de olvido, en el cual las palabras de amor suelen no surgir o si lo hacen, parecen vacías y sin sentido ...

Por extraña transmutación, terminé convertido en un grano de arena, cualquiera, en una playa de las múltiples playas del planeta.

Mi vida está hecha un desastre
con tendencia a empeorar
casi nada funciona como debe
el resto funciona mal …
Fue una de esas desafortunadas coincidencias, iba de viaje de negocios, en el aeropuerto me encontré con Ramiro, buen amigo de infancia …

De las andanzas futboleras de mi infancia, que fueron múltiples, y de miles de kilómetros corridos tras un balón... nunca me voy a olvidar ...

Entramos con mi hija a la sala de cine, el olor a palomitas de maíz inundaba el ambiente, afiches de las últimas películas adornaban los pasillos, en los estantes se mostraban golosinas, bebidas para el gusto de los comensales, nos acercamos a la ventanilla para comprar los boletos y desde ahí surgió la primera decisión que tenía que tomar, el empleado me preguntó:

Monstruo bicéfalo, angustia recalcitrante, repugnate creación de Satanás, criatura de saliva espesa y pegajosa, monstruo de la incertidumbre, de la intriga, del “nosequevaaserdemimañana”, bestia cruel y hedionda, te expulso y te condeno a vivir eternamente afuera de mis adentros.
Por increíble que parezca, el latinoamericano moderno promedio dedica más horas a su trabajo que el campesino medieval promedio.Si bien muchas personas se sienten presionadas a trabajar muchas horas, incluso las víctimas más afectadas por la “economìa de presión por resultados” pueden asumir que al menos no trabajan tan duro como un campesino medieval.
El número de personas que solicitaban permisos para salir de la Europa ocupada por los Nazis creció constantemente en los años previos y durante la Segunda Guerra Mundial. Los judíos y otros refugiados que huían de la persecución en sus propios países dependían en gran medida de la ayuda de diplomáticos, cónsules y otros funcionarios extranjeros, entre ellos especial mérito a un salvadoreño.