Hoy mi cerebro tiene día libre, ya ratos que lo andaba mereciendo...
no tolero nada, ni siquiera estar conmigo, se han declarado en huelga mis sentidos
Recuerdo ese día era el que más esperaba con ansias una alegría me embargaba todo el cuerpo, era un adiós a las tareas, exámenes y demás compromisos que como estudiante era la única responsabilidad que tenía, en fin tres largos meses para descansar, haraganear, jugar.
Como se te ocurre pensar que a pesar de haber sido abandonado en las más abyectas condiciones de rechazo y desprecio, de portazo y “ahí nos vemos”, de “me voy” y “no me busques”, todavía quiero algo de vos ?
Desde una cabina telefónica
de una playa perdida
que queda por Nosedonde
cercana a Conozcoperonomeacuerdobien
Mientras el profesor de marras nos restregaba la papeleta de examen de nuestro hijo con un hermoso 1.8 de calificación, o sea recontra reprobado, y con peligro de perder el año, me preguntaba … donde había volado el coeficiente intelectual de mi hijo en los últimos dos años ?
Vamos a darnos prisa, lentamente ... con calma, porque estamos apurados, así como la famosa frase de el Quijote, que paradójicamente nunca fue escrita por Miguel de Cervantes que dice ... "Vísteme despacio Sancho, que estoy apurado" ... así lentamente ... porque urge.
Todavía nos recuerdo, tu y yo y una amiga del lado de afuera de la puerta de juncos, avisando si alguien venia, tratando de hacer o deshacer el amor frenética y sudorosamente, mientras ahogábamos nuestros gritos y jadeos escuchando Radio Saigón.
La historia de la raza humana es una vasta saga de relatos fascinantes. Ha habido muchos triunfos a lo largo de los años, pero los malos momentos tienden a destacar más. De hecho, estamos mucho más interesados en las guerras y las revoluciones que en la paz y la continuidad.
En Latín antiguo, no se andaban con con muchas vueltas, a esos gases inoportunos, les llamaban abiertamente “peditum” y si se querían poner más finos, lo definían como “crepitus ventris”(crepitación o ruido del vientre) …
A nuestro país, llegan con un “pajeadito” muy particular, muy extranjero con mucha verborrea y muy poca vergüenza, una serie de personajes, expertos en nada y solucionadores de todo (tipo nuestros diputados, pero viniendo de afuera).