Has quedado en el silencio de mi piel
En la mirada perdida, donde se fue tu rostro;
No importa mujer, que el vendaval del mundo te distraiga de tus sentimientos y aparezca un momento de olvido, en el cual las palabras de amor suelen no surgir o si lo hacen, parecen vacías y sin sentido ...
Por extraña transmutación, terminé convertido en un grano de arena, cualquiera, en una playa de las múltiples playas del planeta.
Mi vida está hecha un desastre
con tendencia a empeorar
casi nada funciona como debe
el resto funciona mal …
Siete minutos, dos horas y mil días
de simplemente no verte ...
Busco alguien, tal vez debería mal decir … extraviada
porque a decir verdad, es un amor que busco
del que no se nada …
Hablame cuando te hablo, no te hagas el pendejo, sabés bien que soy tu espejo y a mí no me podés mentir.
Soy caníbal, a mucha honra, tal como lo han sido mis antepasados, abuelos, padres pertenecientes todos nosotros a la tribu Zambembe ubicada al sureste del Senegal.
Cuando soviéticos y estadounidenses se dieron la mano en lo que quedaba de Berlín, en 1945, con Hitler muerto en su bunker y tal cual reza el dicho, “muerto el chucho, muerta la rabia”, era muy pero muy poco, lo que estos “aliados” podían hacer en un futuro con mentalidades políticas tan dispares.
"Si Dios existe, al menos hay un ser cuya existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de poder ser definido, por ningún concepto, y este ser es el hombre. No hay naturaleza humana porque no hay Dios que la conciba" (Jean Paul Sartre).