En que cabeza cabe dejarme solo?
En que cabeza cabe dejarme así?
Cada vez se van enredando más y más, unas caricias que lento han ido perdiendo el camino, para llegar a su destino final.
Aquel instante, del 16 de julio de 1950, cuando Alcides Ghiggia, con el marcador Brasil 1 Uruguay 1, clavó en el ángulo derecho el gol para subir el marcador a 2 para los celestes y pocos minutos después, consagrar a Uruguay campeón del mundo por segunda vez …
Monstruo bicéfalo, angustia recalcitrante, repugnate creación de Satanás, criatura de saliva espesa y pegajosa, monstruo de la incertidumbre, de la intriga, del “nosequevaaserdemimañana”, bestia cruel y hedionda, te expulso y te condeno a vivir eternamente afuera de mis adentros.