


Eres tu, esa silaba perfecta cuando te acercas.
Rapido llegas a la pentasilaba donde me encantas y me descubres.

Tu y tus armas en perfecta combinacion , con estrategia de pasion natural haces todo para que vaya
cayendo una vez mas entre tus manos,
rendida en voluntad, desesperada de deseos ante ti, dejandome llevar con el ritmo de tus tretas, envueltas en caricias y locura de besos.


En Roma los juegos de gladiadores eran espectáculos muy populares, muchos de ellos enfrentaban a hombres entre sí en una lucha hasta el final. Aunque las muertes por heridas de guerra eran comunes, las representaciones artísticas de la época nos dicen que las batallas no siempre fueron peleas sin límites hasta el final de la vida como las describe Hollywood.
Por vos le arrancaría las espinas a un cactus con los dientes sin herirme tan siquiera; le quitaría las vendas a una momia y mirar lo que quedó debajo sin poner cara de asco; por vos haría cinco rounds de boxeo con guantes pero sin protector en la frente con un canguro salvaje de Oceanía …
Obviamente, soy católico practicante, no creo en la reencarnación, pero fíjense que después de escuchar tantas tonterías de “celebridades” al respecto, he sacado mis propias conclusiones, solo para divertirme.