(Este post fue escrito hace casi 15 años, cuando la vida y el nacimiento de mi hijo varón, me galardonaron con la medalla de padre … nunca lo publiqué, hoy, este día, cobra aun más, mucho más sentido).
Mis sueños de ser lateral derecho de la selección, se vinieron a pique a mis nueve años, cuando probado en la cancha, junto a otro grupo de infantes, descubrí que siempre quedaba de último en la fila …era malo.
Para amarte no es necesario encontrarte cada mañana a mi lado,
no por el momento, no en este presente ...
Ha llegado el momento donde mi sonrisa se perdió en la costumbre
y en el profundo silencio, se fue acomodando el desencanto
Sigo cantando a las jirafas ucranianas
porque no me queda otra alternativa
Sigo inventando dragones e Ilusiones
porque eso me mantiene con vida
“El asesino sabe más de amor que el poeta”. (Joaquín Sabina).
En el frigorífico donde se congelan
los amores que fueron y dejan de ser
La historia es completa y absolutamente cierta. Le agrego nombres y circunstancias, pero es real de cabo a rabo.
Lean estas cifras: Di María €75 millones, vendido al Manchester United, antes el mismo Real Madrid, había vendido a Ozil por €50 millones al Arsenal, Neymar 93 millones de euros fue el precio nominal del Santos al Barcelona, pero por “debajo de la mesa” fueron más de € 107 millones y le costaron la cabeza a Sandro Rosell, presidente del Barca, el mismo equipo compra a Suárez suspendido aún, al Liverpool por 75 millones de libras esterlinas … Y otros más …
Alejandro VI tenía un amplio apoyo público y era capaz, diplomático y hábil, además de rico, hedonista y preocupado por las exhibiciones ostentosas. Si bien Alejandro al principio trató de mantener su papel separado de la familia, sus hijos (recordemos Pedro Luis de Borja, César Borgia, Juan de Borja y Cattanei, Lucrecia Borgia, Jofré Borgia, Girolama Borgia, Isabella Borgia, Juan Borgia, Laura Orsini y Rodrigo Borgia) pronto se beneficiaron de su elección y recibieron de su Padre una enorme riqueza.