Me fascinan tus besos,
fundidos con los besos míos...
Como un día cualquiera
me viste, te ví, me miraste
como un niño mira a su madre
después de una larga espera,

Tirada en mi cama con una sonrisa
totalmente debilitada por tanto deseo de ti
No esquives tu hombría de mi ser
átame despacio a tu silueta,
apriétame con el calor de tus manos como brasas prendidas
Ya son las 5:50
no te apartes de mí

No hay silencio en esta noche fría
no hay silencio en este amor desesperado
Quemaste con tu calor cada poro de mi piel,
en la que tatuaste con besos interminables
tu nombre en mis deseos...

Aunque no parezca cierto, era una pregunta recurrente de cada uno de mis hijos en sus tiernas edades, cuando sus mentes cándidas no alcanzaban a discernir la verdad, entre toda la fantasía que rodea a la Navidad.

Busco alguien, tal vez debería erróneamente decir … extraviada
porque a decir verdad, es un amor que busco
del que no se nada …
Querido hijo:
Te escribo estas letras para que sepas que estoy vivo, es una manera de decir, si lees mi necrológica antes de esta carta, haga caso omiso de esta notificación.