
Hace tiempo mujer, que te miro a través de mi catalejo de desfantasías...
Dime que sí puedo
Que seré feliz
El Papa Francisco nos pegó un jalón de orejas … “tratemos de vivir una Navidad menos mundana”.

Existe un lugar donde existo
morada donde no moro
habitación que no habito
donde no soy
donde no vivo
lugar en el que
a fuerza de convocar la corriente
de la memoria
naufrago en el río del olvido.

Si no me hubiera reventado la cabeza contra aquella puerta de vidrio, 17 puntadas, una cicatriz que medio me tapo con el pelo, tal vez nunca hubiera aprendido a caminar viendo para adelante.

No te puedes ir aun, aun no me has hecho el amor por tercera vez, aun no me besas la boca a lo loco y casi nunca es la boca sabes, es el alma, es la mejilla, es la mirada, es decirte mi nombre y que me digas el tuyo cuando estas adentro de mi.
Hoy mi cerebro tiene día libre, ya ratos que lo andaba mereciendo...
no tolero nada, ni siquiera estar conmigo, se han declarado en huelga mis sentidos
Antes que me salten con el típico comentario, “Ah si! Yo conozco la Historia, yo vi “Código Enigma (Imitation Game)” en Netflix!! Se la recomiendo!
Pues déjeme contarle amablemente que no, que usted no conoce la Historia, conoce la versión Hollywood de un hecho real, modificado a su antojo, para hacer que más gente vaya al cine o se prenda al streaming … la Historia está en los libros.
La biblioteca estaba adornada con globos y anuncios de felicitaciones, era el día internacional del bibliotecario, un señor que ya tenía varios años de laborar en ella ese día para él era indiferente, uno más de los 365 días que tiene el año, “otro más para la columna de años”-expresó-Al llegar a la puerta de entrada notó que varios jóvenes estaban en fila para poder entrar; -“que raro”- pensó, casi nadie viene tan temprano.