La Reina Isabel de Inglaterra (la primera, la “Reina Virgen” que le mientan en los libros de historia) tuvo la suerte de rodearse de exploradores que llenaron al alicaído y primitivo trono inglés una fuente de oro que el Cerro de Potosí (que buscaron como locos españoles y portugueses en América) no les otorgó por llegar tarde …
(Con la ayuda fundamental de la bibliografía de los fulanos que hacen los comerciales de Open English).
No te necesito, no, no te necesito ni siquiera la mitad de lo que tú te imaginas que te necesito.
Para establecer los parangones que me llevan a resolver este dilema, en El Salvador, donde todos somos réplica de alguien, en el que King Flyp es una especie de Eminem local , La Choly es el Howard Stern salvadoreño, Atlético Marte es la versión nacional del Manchester United y Omar Angulo es el Bob Dylan cuscatleco, para la mayoría de la gente yo vengo a ser una suerte de Hugh Hefner usuluteco.
La cabeza del fútbol salvadoreño, vive mirándose el ombligo. Eso hace las ocho (8?) horas laborales del día … nada más.
La Patria se deshace en chirajos, cada uno se queda con su retazo, ordeñan la vaca hasta vaciarla de leche y luego nuestros “muy intelectuales políticos” pregonan: “No soy culpable, esto es solo persecución política.”