
Perderme es mi camino y encontrarme entre tus besos parece que es mi destino. Vuelvo siempre en busca de ti,





Mi Sol brilla en el frío, que marca su ausencia , sabe como quemar así de lejos, ante la carencia permanente de su presencia , llenándo de su calidez cada poro de mi piel que lo espera.

En la Antigua Roma, tu nacimiento determinaba tu destino. Los hijos de la clase dominante ascendieron de rango para convertirse en cónsules, senadores y emperadores.

Tengo un gato que asumo como amigo, medio loco,
maullando en mi tejado.