
El asunto es sencillo, pensamos naufragios, nos imaginamos el “Titanic” con Rose sobreviviendo mientras Jack se convierte en témpano y ya está … creemos que ya lo vimos todo.

“Si no te tardas demasiado, prometo esperarte el resto de mi vida.” Oscar Wilde (a 163 años de su nacimiento).

La vida de Cristóbal Colón es fascinante, a estas alturas de mi mitad de siglo de vida plus cinco no tengo la más mínima idea si era un intrépido navegante (había navegado muy poco antes de su viaje de 1492), un audaz vendedor de proyectos utópicos (o sea, haría pisto vendiendo Lotín en estos días), o un farsante muerto de hambre que se rebuscaba (a veces, me inclino por esta última teoría) para ir pasándolo.

- Ay Hija! Se nos murió Don Venancio ...el de la tiendita, tan buena gente, siempre nos fiaba ... ayudame con el vestido blanco que voy a pasar por la vela ....- dijo la acongojada y voluminosa Doña Milagro del Ziper.
A lo largo de los siglos, desde antes de la predominancia de los Iberos (nombre que se les da a los nativos a las orillas del Río Ebro), la zona de Emporio, colonia fenicio/griega enclavada en el Mediterráneo al norte de lo que se llamó Barcino, Badalona y hoy Barcelona, fue desde siempre, una zona muy independiente de lo que pasaba en España (Hispania Ulterior) al sur oeste y Francia al norte.

A raíz de recordar el 29 de septiembre pasado, los casi cuarenta años de la muerte de Albino Luciani, Juan Pablo I, tras ser Sumo Pontífice solo 34 días, comienzan a reflotar dos preguntas:
Las oímos “clac, clac, clac” todo el día, en nuestras casas, en la calle, en el súper, la chancleta, calzado popular ideal para climas tórridos nuestros, la que sentimos tan propia y nuestra … no tiene nada que ver en sus orígenes con nuestro suelo Patrio y menos aún con la vecindad.

Para hacer “esas cosas” (llamaremos así “esas cosas” a lo que comúnmente denominamos como …. eh …. “esas cosas”), los salvadoreños ocupamos una serie de locaciones físicas, estacionarias o ambulatorias.

No pretendo ser crítico cinematográfico, nada más alejado de eso, voy una o dos veces al cine al año, si la película me llama la atención, si no, eso de pasarme dos horas sentado viendo una enorme pantallota me suena a pérdida de tiempo …

Para nosotros la Patria, según nos enseñaron, es la gesta de los Hermanos Aguilar, José Matías Delgado, Manuel Arce, una porción de tierra con límites que figura en los mapas. La patria no es una ilusión cartográfica.