La señora levantó su vista sobre sus anteojos, dejó el bordado un segundo, miró a su hija … envuelta en llanto, y le dijo.

Tu piel y toda la belleza que encierra
duerme desnuda, esta noche
entre las sábanas de mi madriguera.

Nuestras divinas y archiqueridas madres amorosas siempre buscan que nosotros, sus hijos, en nuestra más tierna infancia y adolescencia, seamos buenos, obedientes y disciplinados y sobre todo nos protegen de toda situación para así evitar que no suframos … a veces se les pasa un “poquitititito la mano”

“El hombre fue arrinconando a la mujer en el maternalismo para ocupar él los cargos políticos”, dice Felipe Pigna.

- Vos estás loco Chele, de donde sacás que los chinos inventaron el fútbol si los chinos no han hecho más que copiar cosas?

Hubo una época, en que las muchachas románticas soñaban con casarse con un príncipe y los hombres inteligentes soñaban con llegar a ser reyes.