Tuve a Dios, y tuve fortaleza para desafiar al diablo, tuve un hogar y éste era remanso de descanso de mi ser exhausto reposando sobre tus rodillas, tuve canciones y tuve poesía, tuve verdades y tuve mentiras, tuve sueños y tuve desvelos, tuve problemas y siempre tuve soluciones, tuve la sabiduría que emanaba de tus palabras, la calma que emanaba de tus manos, y la guía que emanaba de tu ejemplo… es tan solo parte de todo lo que tuve mientras te tuve…

Nuestra taza de abortos crece día a día, nuestra falta de conciencia y educación sexual supuestamente nos hace más ignorantes.

No nos jodas Gustavo, decinos cantando que es una mala broma, otro rumor, nosotros, los mortales, estábamos seguros de que ibas a despertar …

Es exactamente lo que un hombre como yo
no necesita
la negación de mis afirmaciones
el “nunca jamás” de las condiciones
de mi madre:

Cuando Tía Carmela anunció, con dos meses de anticipación su cumpleaños número 50, dejó bien clara una condición: