
Un día de estos, hace años ya, unos cuantos a decir verdad, estando con toda la familia en misa, esas misas para niños que ponen a los chiquitos adelante y el sacerdote que no se las quiere tirar de el “Steve Jobs de la teología” habla en lenguaje coloquial, Monseñor Delgado (que lo maneja muy bien) trataba de explicar a los niños las diferencias entre el cielo y el infierno, el bien y el mal, entre “arriba y abajo”, empezó a preguntar a los niños si preferían ir “arriba o abajo”.

Sé que dices “oro” y te refieres a la 1ª persona del presente indicativo singular de orar, o sea que vas a orar por mí, por mi salvación …pero mi salvación a mí me importa cuatro cuernos, me doy por perdido …

La Historia siempre planteará preguntas con repuestas variables, varios genocidios se dieron en los últimos tres siglos, el Holocausto Judío no fue el mayor, pero si el que más permanece en memorias.
Esta pandemia se pelea desde diferentes ángulos, cada cual ve y vela por sus intereses, pero ojo … el daño que las medidas que la pandemia acarrean a nuestro país (a diferencia de otros países que la han manejado con más inteligencia y menos hígado), son letales, rescatar la Patria de estos daños, empieza después de la cuarentena.
A Usted
la tengo amarrada a mis anhelos
a mis ganas de sentir
a mi imperante, insustituible, indispensable, caótica y urgente
necesidad de una mínima muestra de afecto ...
Doña Embajadora de los USA, describió nuestro esquema de corrupción salvadoreño como “sistematizado” y “endémico”, debemos corregirla y decirle que agregue “histórica”, los sobornos y los negocios con beneficios para pocos del Estado comenzaron desde la Capitanía General de Guatemala.