Creo que las noches frías traen consigo caricias de melancolía, que el masoquismo es una prueba de amor sincero, que no hay propuestas decentes en una mirada indecorosa, que el olvido es una excusa que no existe. Creo en el dialecto de las miradas, en los poetas sin musas, en los “para siempre” aunque siempre terminen. Creo que las manos tienen su lenguaje en las caricias, que la luz roja del semáforo está diseñada exclusivamente para besar a la persona que amamos, que no hay abrazo de despedida que no se lleven un poquito de uno.
No que eran John, Paul, George y Ringo y paremos de contar ?
Pues si, si queremos verlo en valores absolutos … sí, pero en algunos momentos de la historia de “The Beatles”, fueron necesarios (de una u otra manera) algunos músicos para echar la mano, en diferentes circunstancias.
Vivan Aniceto Porsisoca y Roque Dalton
El Indio Aquino y Pancho Lara
Gerardo Barrios y Prudencia Ayala
Feliciano Ama y Tomás Regalado.
Ustedes se han dado cuenta, de lo extraño que resulta decir … “me voy a descansar, me voy de viaje y a un hotel”, pero que extravagantes son los hoteles! Cuando llegás, hasta se pelean por ayudarte a subir las maletas a la habitación, pero cuando te vas, no te las baja ni Dios.
“Desperté horrorizado; sudor frío cubría mi frente, mis dientes castañeaban y mis extremidades se retorcían cuando, a la luz pálida de la luna, vi el horrible, el miserable monstruo que había creado.”
Por vos le arrancaría las espinas a un cactus con los dientes sin herirme tan siquiera; le quitaría las vendas a una momia y mirar lo que quedó debajo sin poner cara de asco; por vos haría cinco rounds de boxeo con guantes pero sin protector en la frente con un canguro salvaje de Oceanía …