
Todavía nos recuerdo, tu y yo y una amiga del lado de afuera de la puerta de juncos, avisando si alguien venia, tratando de hacer o deshacer el amor frenética y sudorosamente, mientras ahogábamos nuestros gritos y jadeos escuchando Radio Saigón.
Necesitamos tener unas gónadas del tamaño de un huevo de avestruz; el empuje y la garra de un jugador de la Selecta de Playa, es más, tres pulmones como tienen los guerreros de playa.

Toda ciudad encierra, relatos, mitos urbanos y hechos históricos, reales, sucedidos hace tanto tiempo, que terminan convirtiéndose en leyendas. Barracas, es un barrio del sur de la ciudad de Buenos Aires, allí se encuentra aún hoy, la “Casa de los Leones”.

Éramos una cofradía de pre púberes revoltosos, terror de la escuela, pánico de la colonia, pero en la manera que se era revoltoso con 11 años y en los 70´s o sea, nuestros máximos delitos eran tocar el timbre de una casa y salir corriendo hasta la esquina ..
A mi mujer, le agarró la euforia de “culturización masiva”, así que aprovechando que estábamos de visita en ciudad extranjera, donde mis hijos estaban fascinados con la idea de comprar accesorios para sus tablets y conocer las atracciones tecnológicas …

Ven , en la noche más negra acompañada con el peor de los silencios
a invadir en medio de mi tristeza , con tu magia de hombre,