
Vamos a darnos prisa, lentamente ... con calma, porque estamos apurados, así como la famosa frase de el Quijote, que paradójicamente nunca fue escrita por Miguel de Cervantes que dice ... "Vísteme despacio Sancho, que estoy apurado" ... así lentamente ... porque urge.
Es como en un “Big Brother” concebido en la más febril fantasía de George Orwell, los salvadoreños somos vigilados, espiados, señalados, apuñalada nuestra privacidad a diario y sistemáticamente.

Todavía nos recuerdo, tu y yo y una amiga del lado de afuera de la puerta de juncos, avisando si alguien venia, tratando de hacer o deshacer el amor frenética y sudorosamente, mientras ahogábamos nuestros gritos y jadeos escuchando Radio Saigón.
Nos han convertido en cosas, sosas, babosas, otrora hermosas; la contrapropuesta del sapo, un trapo, gusarapo, solapo, esparadrapo …

Caballeros y Caballeras:
Para no entrar en esos términos de conflicto y equidad de géneros, comenzamos de esta manera nuestra proclamación de emancipación del yugo femenino… bajo el concepto de reacción ante varios y consecuentes atropellos: