Yo debía tener, a lo sumo diez años, pequeño inquisidor, curioso investigador de cualquier cosa que surgiera, en aquellos veranos eternos, cuando todos los primos, en vacaciones escolares, éramos mandados al campo para “endurecer nuestro carácter”.
En aquellos dorados sesentas, cuando la TV todavía era un elemento selectivo, lejos del alcance de nuestros confines proletarios, barrios obreros de mucha gente y pocas esperanzas, donde los sueños siempre quedaban postergados para fin de mes y de ahí para nunca ...
-De postre tenemos sorbete, pastel de queso, tres leches y tutti frutti - le dice a uno el mesero, pida uno postre o no, en un restaurante.
“Clack Clack es el ruido que me hace el carro cuando freno” dijo la señora a su esposo
Compatriota, llegó el momento de hacer Patria, consumamos producto nacional y produzcamos Salvadoreñitos!
Vendo, baratos y efectivos, higiénicos, sanitarios y asépticos, eficaces, sin efectos colaterales, ni dolencias secundarias, no producen jaquecas ni sudoración excesiva, no afectan el sueño y pueden ser usados por niños y mujeres en estado de embarazo, un par de productos novedosos para los salvadoreños en el 2017. Preservativos para los oídos y reconstituyentes de paciencia.